Verbalizando la ansiedad
Generalmente la ansiedad nos encierra en un mundo más difícil y exagerado que la realidad. Por eso preferimos quedarnos en este mundo que analizar porque tenemos ansiedad o preocupación. Cuando verbalizamos nuestros sentimientos podemos identificar como nuestro cerebro está agrandando ciertas preocupaciones, y cuales otras solo están prendiendo esta alerta de ansiedad positiva que nos ayuda a solucionar temas importantes.
¿Cómo verbalizar mi ansiedad?
Los dos métodos principales son:
Escritura:
Escribir es un mecanismo que nos permite entender la causa de nuestros problemas, llega a la raíz de la ansiedad y desbarata nuestras preocupaciones para realmente poder combatir con nuestros miedos y preocupaciones. Principalmente, combatir un juego de la posibilidad y probabilidad.Y la mejor parte es que lo puedes hacer donde quieras y cuando quieras puesto que es una conversación contigo.
¿Cómo hacerlo?
Es tan simple como coger un papel y lápiz o un dispositivo donde puedas expresar cómodamente tus sentimientos.
¿Cómo podría desarrollar una actividad de escritura?
Hazte estas preguntas y reflecciona:
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¿Qué me está pasando? ¿Qué estoy sintiendo?
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Empieza por escribir la razón o razones principales de tu ansiedad.
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¿Por qué me siento de esta manera?
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Explica por que eso te esta causando ansiedad. Piensa más allá de la situación del mundo exterior que en ti te causa te causa esta preocupación.
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¿Qué es lo peor que puede pasar?
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Explica ese escenario hipotético que estás haciendo a futuro, generalmente nunca es optimista.
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Al explicarlo califica del 1-5 que tan probable es. 1 siendo poco y 5 mucho. A veces nos hacemos ideas de que nuestro caso hipotético es posible la pregunta es qué tan probable. Debes evaluar qué tan probable es enfrentarte a esa situación hipotética.
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¿Es algo que puedo controlar?
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Si la respuesta es sí escribe los pasos o ideas que tienes a futuro para lograr completar o superar esa preocupación.
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Si la respuesta es no debes aceptar que no hay nada bajo tu poder y vas a escribir frases que te ayuden a entenderlo, y buscar otras soluciones que si tengas bajo tu poder.
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Ejemplo de esta actividad:
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1:
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Tengo un trabajo importante el cual mostrarle a mi jefe, este trabajo peligra mi puesto en la empresa.
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2:
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`Siento miedo de quedarme sin una fuente de ingresos.
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Siento miedo de defraudar al mostrarme que no puedo con retos tan grandes.
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Siento miedo de defraudar a mi familia al perder este puesto.
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3:
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Si no paso mi familia se va a quedar sin comida, sin vivienda.Vamos a pasar por una crisis familiar. Nunca voy a encontrar otro trabajo y vamos a quedarnos en un círculo de pobreza sin ilusiones en la vida.
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Aunque todo es posible en este caso lo podemos calificar un 2 de probable. Es una situación un poco exagerada y aunque sí puedo perder el trabajo es poco probable que toda mi vida me enfrente a esta situación.
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4:
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Caso A: Esta situación tiene mi trabajo bajo mi control. Debo esmerarme para meter todo lo que se en el trabajo. Mi plan es esta semana dejar la primera parte lista y así cumplir la fecha de entrega.
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Caso B: No puedo controlar la reacción de mi jefe. Debo saber que voy a dar todo lo mejor de mí en este trabajo. Que aunque no puedo controlar su opinión si mi trabajo. En el caso de perder el trabajo otras opciones a corto plazo son: …. Otras a largo plazo son….
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Conversación:
Una conversación permite sacar de nuestros cerebros las preocupaciones o situaciones que están alterando la ansiedad. Generalmente, nuestra ansiedad crece y empeora los problemas a los que nos enfrentamos. Permite comunicar todo lo que sentimos y entender la raíz de nuestra ansiedad. Adicionalmente, nos permite expresar preocupaciones tanto lógicas como ilógicas para poder ir calmándonos y entendiendo a cuáles situaciones son a las que más atención deberíamos estar prestando.
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Busca una persona en la que puedas confiar y te siente seguro al transmitirle algo tan privado como tus miedos y preocupaciones. Recuerda evitar personas que se aprovechen de la situación o de tu vulnerabilidad.
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Un psicólogo puede ser una muy buena opción sin embargo familiares y amigos también pueden ayudarte
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Busca una persona que sientas que está dispuesta a darte consejos y especialmente a escucharte sin juzgarte.
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Explica tu preocupación. No sólo inmediatamente te quitaras un peso de encima pero adicionalmente tienes consejos y perspectivas diferentes de personas ajenas o no tan involucradas en un problema.